Ir al contenido principal

Entradas

Patrones

He sido siempre encrucijada, en tiempo presente . A la que llegas para huir del pasado, y en la que voluntariamente  decides volver a él.
Entradas recientes

Exilio

Voyageurs. Bruno Catalano. Pareciera que nos condenara el cariño, que son los que queremos quienes se nos van, que vamos quedando solos, que al dormir nos arropamos cada noche un poco más, que buscamos en el cielo una respuesta, una fecha de caducidad a la nostalgia por los tiempos que fueron y que, al menos por ahora, no serán más. Ver cómo van quedando las casas vacías y llenas de recuerdos también duele.  Quienes se quedan también sufren el exilio, incluso en su propio país.

No sé qué es felicidad

Creí haberla conocido, lo juro. Creí que la tenía abrazada de las manos, creí que la había conquistado lo suficiente como para que no se separara de mi lado. Me llené de mentiras que alimentaban la necesidad de cariño. No importa qué ocurriera, todos gritaban que yo no tenía permiso de llorar. Mis pies ahora vacilan, los pasos se volvieron inseguros. Ellos, en cambio, llegan sin dudas, consumen y se van. Nunca preguntan si estoy bien, no se dan cuenta que me hacen daño o quizá sí, pero no les importa. Ya no reconozco la certeza, está muy cambiada desde que me la presentaron. Ya no me conozco a mí misma, estoy muy cambiada desde que me olvidé.

Evaluémoslo como lo que es: una opción

Andrés Oppenheimer, luego de una amplia crítica a la “solución” presentada por Ricardo Haussmann, debilita los argumentos de una intervención militar extranjera basándose principalmente en el comportamiento y pensamiento de los ciudadanos latinoamericanos, con mayor énfasis en los venezolanos, heredeados históricamente desde las invasiones norteamericanas de los siglos XIX y XX, como bien lo menciona. Sin embargo, él mismo asegura que: La ruta más factible en este momento es que la comunidad internacional, en coordinación con la oposición venezolana, aplique nuevas sanciones diplomáticas y económicas contra la dictadura de Maduro y le exija que devuelva sus poderes constitucionales a la Asamblea Nacional y restaure el orden democrático. (2018). ¿La solución de la crisis se reduce a sanciones políticas? No lo creo. Han sido varias las sanciones diplomáticas que Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea han impuesto sobre los funcionarios del gobierno venezolano, casi todas por ca...

Tiene que existir una cura

En los últimos días, me he topado con almas turbias y confianzas quebradas, he oído de quienes sólo quieren huir, incluso del plano terrenal. La tristeza se está apoderando del ánimo, en el país que tiene un ministerio de la felicidad. En la calle escucho insultos y veo enfrentamientos, sale a flote constantemente la desesperación. He visto niños trabajando para comer, mientras algunos adultos aprovechan la penumbra para hacerse de dinero arrebatando las posesiones a otro.  La cólera y la rabia están apoderándose de cada espacio poblacional, los problemas crecen, las piedras de tranca aumentan, el juego se va cerrando, y nadie sabe cómo ganar. Cada vez son más quienes, en mi cuenta personal, se van alejando de estas fronteras, son más quienes reclaman calidad de vida y oportunidades. Sin embargo, también son más quienes desde otro país sufren a su patria y a los suyos en el exilio.  En los ojos, veo más historias de amor inconclusas de las que jamás llegué a imaginar, al p...

Carta de Gea

Te conocí una tarde de Julio, cuando mi ánimo era tan gris como las nubes que pintaban el día. Me viste así, sencilla y sin más, con cara triste y preocupada. Aun así, notaste mi sonrisa inesperada. Poco a poco te fuiste adentrando en mi vida, en mis mensajes, en mis sueños. Me fuiste dando el afecto y la atención que creía, necesitaba. Me fuiste alegrando los días al paso que me permitías conocerte.  Disfruté ser testigo de tus ocupaciones, de tus proyectos, de tus historias, e incluso de tu agenda ocupada. Disfruté tu compañía cuando la tuve, aunque ahora sólo me queda en la nostalgia que comparto con mi almohada. Fueron pasando los días, fueron creciendo en mí las esperanzas de un mañana. Nunca llegó.  Te robé un beso y te entregué la piel, pensando que no dolería, haciéndome la fuerte, fingiendo no ser niña. Me enseñaste a querer aún sin quererme. Me pedías que confiara más en mí, al paso que ibas creando el vacío. Hoy, me toca borrar los planes que hicimos y no concre...